Con el lema "Nosotros podemos. Yo puedo", este 4 de febrero la comunidad global conmemora el Día Mundial contra el Cáncer.
La OPS se une a este esfuerzo para destacar cómo cada uno de nosotros, de manera colectiva o individualmente, podemos contribuir a reducir la carga mundial de cáncer. Este esfuerzo se debe centrar tanto en la prevención, como en el control de esta enfermedad, mediante la reducción en la exposición a los factores de riesgo para cáncer y la mejora en el acceso al diagnóstico temprano y tratamiento adecuado.
La campaña del Día Mundial contra el Cáncer 2018 hace un llamamiento al esfuerzo conjunto entre gobiernos, organizaciones no gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil para promover acciones e inversiones en áreas como el control del tabaco, la promoción de estilos de vida saludables, el tamizaje y la detección temprana del cáncer, así como la mejora en los servicios de tratamiento y en el acceso a los cuidados paliativos.
En las Américas, el cáncer es la segunda causa de muerte, y se estima que cada año 2,9 millones de personas son diagnosticadas y 1,3 millones mueren por esta enfermedad. Aproximadamente el 52% de los nuevos casos de cáncer y el 35% de las muertes por cáncer se producen prematuramente en personas de 65 años o menos. Si no se toman medidas adicionales, se prevé que, para el año 2025, la carga del cáncer aumente a más de 4 millones de nuevos casos y 1,9 millones de muertes.
La carga del cáncer se puede reducir mediante mediante la implementación de estrategias basadas en la evidencia para su prevención, tamizaje, detección temprana, tratamiento y también para mejorar el acceso a los cuidados paliativos. Los factores de riesgo modificables más comunes para el cáncer, son compartidos con los de otras enfermedades no transmisibles, e incluyen:Prevención
- El consumo de tabaco
- El uso nocivo de alcohol- Baja ingesta de frutas y verduras
- La falta de actividad física.
Algunos de los factores de riesgo específicos para cáncer incluyen las infecciones crónicas del virus del papiloma humano (VPH)para cáncer cervicouterino; hepatitis B y C para cáncer de hígado y H. pylori para cáncer de estómago.
Se estima que del 30 al 40 por ciento de los cánceres se pueden prevenir al reducir la exposición a estos factores de riesgo. Las políticas de salud pública se pueden implementar para respaldar la elección individual de estilos de vida saludables, convirtiéndolas en la opción más fácil. Muchos otros tipos de cáncer, especialmente el cervicouterino, el de mama y el cáncer colorrectal, pueden detectarse temprano y tratarse eficazmente a través de programas organizados de tamizaje y detección temprana ligados a un el acceso al tratamiento oportuno.
Fuente: OMS
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