Es en homenaje al nacimiento del Dr. Esteban Laureano Maradona, oriundo de la ciudad santafesina de Esperanza. Falleció en Rosario en 1995. Vivió 100 años y pasó 50 de ellos ejerciendo la medicina en Formosa.
"El doctor Esteban Laureano Maradona nació en Esperanza, el 4 de julio de 1895. Por imperio de las circunstancias y de las necesidades debió esforzarse en su aprendizaje y en su hacer para llegar a una síntesis: querer al hombre, a su prójimo, y hacer por él todo lo que estuviera en sus posibilidades. En su época estudiantil fue alternativamente tipógrafo, obrero de la construcción y de quintas hortícolas, maestro, periodista y observador técnico del Ministerio de Agricultura en el Observatorio de Meteorología. Ingresó posteriormente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, donde se diplomó en 1928 como médico cirujano, luego de haber hecho su practicantado en el hospital de Niños Expósitos contando con maestros de la talla y solvencia de los doctores Pedro de Elizalde y Julio V. Uriburu. Graduado ya, acrecentó sus conocimientos médicos en salas y maternidades de los hospitales “José M. Bosch”, “Muñiz” y “Rivadavia”.
En 1930 instaló su primer consultorio, en el ex territorio del Chaco, en su ciudad capital, Resistencia, donde alterna su profesión con la de conferencista y periodista. En esas funciones aborda principalmente temas relacionados con los accidentes de trabajo imponiendo un acento social novedoso en la década del 30. Su espíritu comunitario lo llevó a explorar la isla del Cerrito, colaborando y asesorando allí en la construcción de la Colonia de Dermatosos. A fines del año 1932 viaja a la capital paraguaya, Asunción, como médico militar voluntario, viviendo la guerra en hospitales de sangre. Data de esa época un grado de teniente 1° de marina médico, conferido al doctor Maradona. El conflicto paraguayo-boliviano finaliza en 1935; terribles recuerdos para un humanista ajeno al odio y a la impiedad. Para poner telón de humanidad a tanta barbarie vista y compartida, vuelve a su patria, a su hogar, viviendo, en el viaje de regreso la circunstancia relatada en esta nota. Alterna su profesión explorando gran parte de los ríos Pilcomayo y Bermejo, los montes del Chaco, Formosa y Salta, estudiando flora, fauna y geología y clima de esas agreste zonas. Luego, a requerí miento de colegas médicos ferroviarios atiende el tramo que va de Formosa hasta Morillo (Salta), esa tarea supuso para él, desatender propios intereses. Todo ello, sumado a las numerosas ingratitudes recibidas, no quiebra su temple, ni le impide escribir obras como: “A través de la selva”, “Recuerdos campesinos”, “Una planta providencial”, Animales cuadrúpedos americanos”, “Ornitología” y “La ciudad muerta”, colaborar con el periodismo, ayudar a las necesidades del pueblo y a la colonización de los indígenas , crear escuelas para los mismos y proyectar caminos.
Suma a estos tantos quehaceres científicos, culturales y comunitarios su colaboración con jardines botánicos de toda la República a cuyos herbarios remite semillas de la región. Además de estudios antropológicos que realizó y promovió en forma intensiva."1
1 texto extraído de: Dr. Esteban L. Maradona. (1984). Educación Para La Salud, 51, 30-31.
Dr. Esteban L. Maradona. (1984). Educación Para La Salud, 51, 30. |
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