26 DE OCTUBRE – ÚLTIMO CASO DE VIRUELA EN EL MUNDO
La viruela fue una enfermedad infecciosa grave, contagiosa, causada por el Variola virus, que en algunos casos podía causar la muerte. Las únicas formas de prevención eran la inoculación o la vacunación.
El nombre viruela proviene del latín variŭs (variado, variopinto), y se refiere a los abultamientos que aparecen en la cara y en el cuerpo de una persona infectada.
El 26 de octubre de 1977 se detectó en Somalia, África, el último caso de viruela por contagio natural en el mundo, lo que despertó el terror sembrado durante tantos años.
Casi tres años después, el 8 de mayo de 1980, la Asamblea Mundial de la Salud declara solemnemente en una reunión histórica que el “objetivo cero” se había alcanzado: la viruela había sido erradicada de la tierra.
Se trata de la primera enfermedad totalmente vencida por el hombre gracias a una acción mundial concertada, mediante un plan con asignación de recursos, metas fijadas, programas de vacunaciones y técnicas de vigilancia de casos. Fue preciso adaptar las estrategias de vacunación a las distintas situaciones administrativas, socioculturales y geográficas y elaborar procedimientos de evaluación no sólo del número de vacunaciones practicadas, sino de lo más importante, de su impacto en la incidencia de la enfermedad.
Este hecho constituye un ejemplo admirable de lo que se puede conseguir cuando todas las naciones del mundo aúnan sus esfuerzos en pos de un mismo logro. La viruela era una enfermedad temida en el mundo, más que cualquier peste o plaga. Solo en el siglo XX trescientos millones de personas murieron por esa causa. Hasta 1967, todavía ocasionaba entre 10 a 15 millones de casos al año, de los cuales morían de 1,5 a 2 millones de individuos.
Por consiguiente, la erradicación de la viruela es uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la humanidad, con su desaparición también se eliminó una de las causas de la ceguera, la desfiguración grave y otras lesiones incapacitantes de los supervivientes.